1.
Su madre le advirtió que no jugara con
fuego
La reportera Romy Winner vivía su vida
a través de la lente de su cámara, encantada de permanecer en un segundo plano
mientras capturaba la felicidad de otros. ¡Hasta que Cruz Acosta, campeón de
polo argentino y antiguo combatiente en las Fuerzas Especiales, la retó para
que abandonara las sombras y aceptara el papel protagonista en su cama!
Su osadía tuvo una consecuencia
sorprendente que la iba a atar de por vida a un hombre de mala reputación. Si
Romy quería asegurarle el futuro a su hijo, no iba a tener más remedio que
averiguar qué había bajo la máscara que ocultaba las cicatrices de Cruz y aprender
a domar al salvaje Acosta
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