Que no la amaba
era una mentira que se hacía creer a sí mismo.
El empresario Leo
Reynolds estaba casado con su trabajo, pero necesitaba una esposa que se ocupara
de organizar su casa, que ejerciera de anfitriona en sus fiestas y que aceptara
un matrimonio que fuera exclusivamente un contrato. El amor no representaba
papel alguno en la unión, hasta que conoció a su media naranja...
Daniella White
fue la elegida para ser la esposa perfecta de Leo. Para ella, el matrimonio
significaba seguridad. Estaba dispuesta a renunciar a la pasión por la amistad.
Sin embargo, en el instante en el que los dos se conocieron, comenzaron a
saltar las chispas...
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