Los placeres sencillos a veces se complicaban
Nicholas Savas era alto, moreno y demasiado guapo como para
poder confiar en él.
Para proteger a su alocada hermana pequeña de su magnetismo
sexual, Edie se interpuso y fue ella quien cayó en sus redes.
A Nick le fascinó la desafiante y hermosa Edie, todo un reto
y una tentación a la que conseguiría arrastrar desde el salón de baile hasta su
dormitorio.
Pero una noche con Edie Tremayne no fue suficiente. Ni una,
ni cien.
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