No se había apagado la pasión abrasadora
Mohab Aal Ghaanem había tenido a Jala y la perdió. Años
después, aprovechando que iba a ser coronado rey, se le presentó la oportunidad
de acabar con la enemistad que había entre sus dos reinos y cumplir la promesa
que le había hecho a la princesa de Judar de convertirla en su esposa.
Seis años atrás, él la había salvado de un secuestro. Ahora
aparecía de nuevo en su vida y pretendía forzarla a un falso matrimonio. ¿Se
trataba de una segunda oportunidad con el hombre al que no había conseguido
borrar de su mente o de que su corazón volviera a quedar hecho añicos?
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