Cuarto de la saga.
Siendo una niña,
Kalila fue prometida en matrimonio al rey de Calista, y ahora el príncipe
Aarif, un jeque atractivo y marcado por el pasado, debía acompañar a la
prometida de su hermano hasta Calista. Sin embargo, la terca muchacha intentó
escapar, de modo que Aarif se vio obligado a atraparla… y el calor del desierto
encendió un deseo prohibido.A pesar de que nunca podría ser suya, ella le
entregó su virginidad. Habían compartido el placer, pero jamás podría
convertirse en su esposa. Sin embargo, cuando llegó el momento de dirigirse al
altar, Kalila se llevó una sorpresa al ver quién la esperaba.
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