¡Su
inesperada mujer!
Cristo
Ravelli lamentaba el día que había oído el apellido «Brophy». No le había
extrañado que su padre hubiera muerto dejando una prole de hijos ilegítimos,
pero para silenciar ese escándalo Cristo debía convencer a la tutora de los
niños, la encantadora Belle, para que se uniera a sus planes.
La única
preocupación de Belle Brophy eran sus hermanos y haría lo que fuera por
proporcionarles la seguridad que ella nunca había tenido. Así que cuando ese
guapísimo italiano le propuso matrimonio no pudo decir que no. Pero una vez
tuvo el anillo en el dedo Belle descubrió rápidamente ¡que el matrimonio era
mucho más que decir «sí, quiero»!
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